sábado, 4 de febrero de 2017

Crítica Toni Erdman: drama con disfraz de comedia.


¿Es posible hacer una buena comedia dramática con un personaje raro como él solo, unas situaciones del todo extravagantes y un humor insólito? La respuesta es obvia: sí. Pero, el caso es... ¿Esto es sencillo? O, alejándonos más de esta cuestión ¿Es fácil hacer una película así y no solo con buenos resultados, sino que, con una solidez inmensa y que deje un poso ampliamente satisfactorio después de haberla visto? La contestación vuelve a ser evidente: no.

Pues, Toni Erdmann hace todo esto además de esconder bajo su superficie todo un drama con un desarrollo envidiable. Durante los 162 minutos que dura la película se va utilizando el humor que encierra esta con el objetivo de crear la evolución de un personaje para la posterior redención de su situación. Se ha criticado mucho a la cinta con argumentos del tipo: "Se podría haber condensado toda la trama en mucho menos tiempo", "le sobra metraje", etc. Respecto a mí, no comulgo en absoluto con estas opiniones ¿Se hubiese logrado una evolución de un calibre tan bueno como este con menos tiempo? No voy a negar que podría ser que sí, el caso, es que este aspecto del film veo que funciona perfectamente tal y como está.


Asistimos aquí al cambio de un personaje que se va sucediendo con naturalidad gracias a un paulatino y creíble cambio de actitud que creo, justifica sobradamente la duración de la cinta. De todas maneras, si hablásemos de que durante toda esta historia que se nos cuenta uno pudiese perder la atención aún podría entender las réplicas, el caso, es que al menos yo, me lo paso estupendamente bien con toda la comedia que rodea a la película.

Respecto al porqué de mi título del que poco he comentado antes es algo de lo que se puede hablar maravillosamente. La película consigue de alguna manera "enmascarar" la tragedia que entraña a través de un envoltorio de comedia de lo más ingenioso, pero, a poco que no quieras quedarte tan solo con lo que se refiere a la superficie puede entreverse una situación del todo desdichada. Una vida de supuesto éxito que no aporta más que infelicidad y una relación padre e hija que no funciona. Todo esto, como he dicho, va cambiando. Gracias a la figura del padre esta calamitosa situación se va disipando con una evolución no solo buena, también insólita y refrescante. Lo mejor es que ambos protagonistas están perfectamente interpretados y da gusto verlos.


Una propuesta diferente con un guion tremendo y sugerente como pocos. Una de las mejores películas de 2016 que por ningún motivo valdría la pena perderse, cumple las expectativas con creces. Por lo que más queráis no os perdáis la escena de la fiesta en el piso del tramo final, brillante.



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